El centro Altía nace hace 12 años desde un sueño itinerante y peregrino, que originalmente buscaba satisfacer las necesidades de conocimiento en el espíritu a muchas personas dentro de Santiago y en diferentes partes de Chile, fue así como estando en Puerto Varas se fue gestando la idea de darle una forma más concreta a este proyecto, que en una primera instancia fue ir hasta donde se encontraban las personas que dentro de sí solicitaban la explicación de su propia esencia, de su realidad en el contexto de este mundo para la evolución consciente. (Lo que podríamos definir como la búsqueda espiritual). Ahora la necesidad de que llegaran las personas, formaba parte de una segunda etapa que ya se había configurado para nosotros una necesidad imperiosa.
La metáfora clara de este “ir” y de este “llegaran”, puede detallarse aún con mayor precisión en la idea de quienes van sembrando sin detenerse y con constancia , mirando hacia delante descubriendo que en cada semilla existe una posible existencia que en su proceso reciba la luz. Cuando los frutos se cosechan las bodegas están firmes y plenas de recursos, se puede recibir en el hogar a los que busquen un refugio, compañía, formación, amistad y pertenencia.
Ya han pasado siete años desde que abrimos las puertas en una casa ubicaba en el sector de Seminario y Rancagua en la comuna de Providencia, ciudad de Santiago. Los movimientos nos llevaron luego a un departamento en Avenida Providencia, dirección en la que continuamos funcionando hasta hoy.
Entendiendo ese origen peregrino, comprendemos que Altía es más que un lugar físico. Altía es un vórtex energético; un lugar para el encuentro de energías sutiles y humanas cooperando juntas para edificar a través de la sanación y el conocimiento de lo sagrado, la “COMUNIDAD DE LUZ”, verdadero significado de nuestro nombre y cuyo propósito es recorrer sin vacilar , la senda del espíritu en la que nos sentimos seguros, confiados, protegidos y con la sensación de estar en el lugar apropiado, bendecidos por una luz que no se extingue, más bien siempre ilumina a quien busque respuestas trascendentales y reveladoras, sobre todo sanadoras para su propia vida.
Desde ese lugar del alma, comprendemos y adherimos a la última definición de la OMS sobre la salud. «La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. Creemos que las herramientas de la Medicina Complementaria nos dota de los recursos necesarios para encontrar un punto de congruencia en lo físico, mental, emocional, espiritual y social. Es por eso que Reiki, Aromaterapia, Cristales, Meditación, Cursos de Conocimientos Gnósticos, Esotéricos y Espirituales; se unen a las herramientas del Coaching, Programación Neurolingüística e Hipnosis, para generar la sinergia que confluye en una mirada integradora; de ahí el nombre “ Altía Centro de Terapias Integradas”. En Altía concebimos al ser humano como una ser perfecto, dotado de toda la luz que lo capacita en si para la autorrealización y es ésta mirada la que le infunde la fuerza para llegar a una homeostasis del alma.
Aquí en nuestras dependencias, constamos con los espacios adecuados para que cada uno de nuestros pacientes, amigos y familia espiritual se sienta cómodo. Nuestras salas tienen la implementación ideal para el desarrollo de la sesión; contamos además, con dos salones con capacidad para 20 personas en las cuales impartimos regularmente nuestros seminarios, talleres, cursos y lo que genera mayor agrado y sorpresa, es que en cada estación tenemos un aroma que los recibe junto al tradicional té de Altía.
Nuestra formación es amplia; con el transcurso de los años, nos hemos ido formando en diferentes áreas desde:
Nuestro slogan “Altía, en la senda del espíritu”, es el que guía nuestro caminar, la conexión consciente con lo superior es nuestro norte, para que la energía suprema de consciencia impregne nuestra mente, emociones y cuerpo físico.
Sentimos que nuestro Centro está al servicio de la energía de la más alta dimensión y desde esa certeza nos entregamos por entero a las personas que llegan a compartir esta senda.
Es desde esa entrega, que nuestras sesiones se permiten el tiempo suficiente (90 minutos) para compartir con la persona, una fluidez que busca encontrar en conjunto: terapeuta y paciente, respuestas a esa sensación de “No firmeza”, como estado de enfermedad en los distintos planos de existencia de su ser, con el propósito de que el paciente pueda lograr con nuestro apoyo el punto de reflexión necesario que lo movilice hacia su proceso de sanación.
Creemos que todas las vivencias son oportunidades para aprender y crecer espiritualmente y que el recordar el propósito, nos acerca a aquella verdad que deja el registro anhelado de Paz.
Nuestras terapias se enfocan a través de distintas técnicas, en proporcionar algo en el otro que genere el pulso necesario de VIDA en su interior, a través de acrecentar el AMOR y el conocimiento de sí mismo; porque VIDA y AMOR son las energías que mantienen la salud de todos los seres vivientes.
Les invitamos a conocernos ingresando a nuestra página y al recorrerla, informarse de nuestros talleres, también les dejamos cordialmente invitados a visitar nuestro centro y les estaremos esperando con nuestro delicioso té Altía.
Equipo Altia.
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